General Viamonte dio un paso trascendental en su vida institucional. Inauguramos el nuevo edificio del Honorable Concejo Deliberante, un espacio propio que viene a fortalecer la democracia local y a jerarquizar el lugar donde se debaten las decisiones que marcan el presente y el futuro de nuestro distrito.

Este logro tiene un fuerte valor simbólico. El Concejo Deliberante nació funcionando en espacios prestados, como el histórico edificio de la Sociedad Española. Más tarde, en 1970, pasó a ocupar un sector dentro del Palacio Municipal. Los comienzos no fueron fáciles: en las primeras sesiones, incluso hubo que salir a comprar sillas para poder sesionar. Sin embargo, desde aquellos primeros pasos hasta hoy, el Concejo nunca dejó de cumplir su rol esencial: representar la voz del pueblo.

Con este nuevo edificio, saldamos una deuda institucional. El Concejo Deliberante cuenta ahora con un espacio autónomo, moderno y accesible, pensado para garantizar mejores condiciones de trabajo para los concejales, y para que la comunidad pueda participar, observar y acompañar el funcionamiento democrático de manera abierta y transparente.

Invertir en instituciones es invertir en democracia. Sabemos que este tipo de decisiones generan debates, y entendemos que así debe ser. Pero creemos firmemente que una comunidad crece cuando fortalece sus espacios de representación, cuando apuesta a la planificación y cuando construye con una mirada de largo plazo.

Este nuevo Concejo Deliberante no es solo un edificio. Es identidad, es pertenencia y es una señal clara de hacia dónde queremos ir: una General Viamonte con instituciones visibles, cercanas y preparadas para los desafíos del presente y del futuro.

Hoy inauguramos una casa que no es de un gobierno ni de un sector político. Es la casa de la voz de los vecinos y vecinas de General Viamonte.